Jardín Zoológico

Un jardín zoológico, parque zoológicozoológico o zoo es una instalación en la que los animales están confinados dentro de los recintos, expuestas al público y en las que también pueden ser criados. Los felinos son animales muy fáciles de ver en los zoos.  Los primeros zoológicos fueron en realidad colecciones privadas, en su mayoría pertenecientes a reyes.

    

 

Con el tiempo, la misión de los zoológicos ha pasado de ser la mera exposición de animales exóticos al estudio científico de tales animales (el zoológico de Londres fue el primer zoológico científico del mundo, inaugurado en 1828) y, más tarde, la crianza de los mismos y en particular la protección de especies en peligro de extinción o incluso ya extintas en estado salvaje.

    

El Convenio sobre la Diversidad Biológica es el primer instrumento jurídico internacional que recoge como mecanismos de protección de los recursos biológicos y genéticos los términos conservación in situ (conservación de los ecosistemas y los hábitats naturales y el mantenimiento y la recuperación de poblaciones viables de especies en sus entornos naturales) y ex situ (medidas financieras, científicas y técnicas orientadas a la conservación y la investigación de plantas, animales y microorganismos fuera de su hábitat natural). Los zoológicos son un  ejemplo de instalaciones destinadas a la conservación ex situ.

  

La Directiva 1999/22/CE, de 29 de marzo relativa al mantenimiento de animales salvajes en parques zoológicos, exige el establecimiento de un régimen de autorización y de inspección de los parques zoológicos, que garantice el cumplimiento de condiciones básicas de sanidad, bienestar y seguridad, para mantener la buena salud física y psíquica de los animales salvajes los habitan.

Pretende así favorecer la correcta aplicación de la legislación comunitaria en materia de conservación de la fauna silvestre, así como asegurar el papel en la educación pública, la investigación científica y la conservación de las especies por parte de los zoos.

     

Algunos colectivos se oponen a que los animales sean privados de libertad. Argumentan que no es ético utilizar seres con capacidad de sentir para el ocio de las personas y por ello piden el cierre de los zoológicos, oceanográficos y acuarios.